Un día el hermano pequeño llamado Juan, tuvo una idea, se la contó a sus padres y a sus dos hermanos:
-Ya que somos pobres y no tenemos dinero para comprar un árbol de navidad, ¿por qué no lo hacemos de cartón?
-¡Muy buena idea Juan!
Toda la familia colaboró en hacer el árbol: unos recortaron, otros lo pintaron y otro colgó algunos adornos navideños que habían encontrado en el parque.
Cuando terminaron de adornarlo todos se pusieron alrededor de él, mirándolo y diciendo lo chulísimo que les había quedado.
Todos los días de Navidad la familia se sentaban alrededor de él y cantaban villancicos.
Llegó el día 5 de enero, víspera de la noche de reyes y la familia pusieron los zapatos debajo de el árbol.
Los niños se fueron a la cama, pero no podían dormir de lo nerviosos que estaban, el padre le dijo que se durmieran que como les viera despiertos los reyes, pasarían de largo y no les dejarían regalos.
A la mañana siguiente se despertaron y fueron corriendo a ver el árbol de Navidad.
La sorpresa fué que encontraron muchos regalos, pero la sorpresa más grande fué que el árbol de cartón se convirtió en un árbol de verdad.
¡¡FELIZ NAVIDAD!!
AUTORA: SILVIA
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